RAMÓN AMAYA AMADOR
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Lugar de Nacimiento
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Olanchito,
Yoro, Honduras
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Fecha de nacimiento
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29 de
abril de 1916
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Nacionalidad
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Hondureño
por nacimiento
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Padres
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Isabel
Amaya,
Guillermo
R. Amador
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Formación Académica
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Manuel
Bonilla,
El
Atlántico bajo,
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Desempeño laboral
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Periódico El
Atlántico de La Ceiba,
periódico
El Cronista,
Revista Problems
of Peace and Socialism
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Ocupación
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Escritor
y periodista
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Hijos
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Aixa
Ixchel
Carlos
Raúl
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Esposa
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Regina
Arminda Funes
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Lugar de fallecimiento
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Bratistalva,
Checoslovaquia
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Fecha de fallecimiento
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24 de
noviembre de 1966
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Ramón Amaya Amador, nacido en Olanchito, Yoro, el 29 de
abril de 1916, es uno de los más influyentes literatos de nuestro país.
Trabajador incansable; pero atravesando una situación de pobreza compartida con
muchos otros de sus contemporáneos, viajó a La Ceiba en donde cursó su
primer año de secundaria en el Manuel Bonilla. Pero tuvo allí en La Ceiba, cuyo
brillo cultural deslumbraba frente a los fogones apagados de Olanchito, para
entonces, la oportunidad de aprender los rudimentos del periodismo -desde
abajo- recolección de los datos, redacción de las notas, levantamiento de los
textos e impresión final del periódico, escuela suya: El
Atlántico bajo la Dirección de Ángel Moya Posas.
Ramón Amaya Amador fue hijo de una madre soltera,
Isabel Amaya, hija de Felipa Amaya, de oficio panadera y del sacerdote
Guillermo R. Amador, originario de Comayagua.
En 1907, el padre Amador fue trasladado de la parroquia de San
Marcos de Colón a Olanchito. Llegó a su nuevo destino acompañado de su mujer,
Gregoria Chavarría Zavala -originaria de El Rosario, Comayagua-, tres hijas
(Aurora, Francisco e Isolina), Caya, una sobrina de su mujer y un acompañante
que regreso a San Marcos con las bestias en que había trasportado sus
necesarias pertenencias. La sociedad de Olanchito, de entonces, recibió muy
bien al padre Guillermo R. Amador, quien era atento, conversador y muy
dispuesto al ejercicio de los sacramentos. El tema del celibato no era de
interés para la feligresía de entonces, en vista que la mayoría de los curas
que había tenido la ciudad, lo incumplían públicamente.
En 1941 comenzó una etapa como periodista, empleándose en el periódico El
Atlántico de La Ceiba. Comenzó como redactor, escalando rápidamente
hasta llegar a ser editor periodístico.
En 1944, escapando de persecución política, huyó buscando exilio en Guatemala, país que lo
acoge por los siguientes diez años.
En 1945, Ramón Amaya Amador empieza a publicar semanalmente su novela “Prisión
Verde”. Le coloca como subtítulo “Novela Regional” Los lectores la devoran
con deleite porque es un alegato en contra de los que venden sus tierras a la
empresa bananera que se ha instalado, para entonces, en los alrededores de
Olanchito; una defensa de los intereses de los ganaderos, y un aldabonazo a
favor de los trabajadores, a los que anima a la organización y al uso de la
huelga como instrumento de lucha para defender sus derechos menoscabados por
los capataces de la empresa frutera. Formalmente, es, además, un discurso
contra los oportunistas o “espontaneistas” que menosprecian el valor de la movilización
organizada de las masas y el liderazgo de sus auténticos dirigentes.
Cipotes una obra de Ramón Amaya‑Amador fue escrita, definitivamente en
Praga durante el año 1963. Sin embargo, los materiales básicos de la misma
fueron elaborados por el autor en el corto período que estuvo en Honduras
después de su regreso del exilio, o sea en 1956‑1959. El tema le fue sugerido
por las conversaciones que, a su paso por el Parque Central, rumbo a la
redacción de El Cronista, tenía frecuentemente con los lustrabotas que
permanecen en dicha plaza. La obra, por lo tanto, recoge la dolorosa y agitada
vida de ese pequeño mundo que tiene como centro la estatua en bronce del mártir
de la unidad de Centroamérica, y cuyos límites son la catedral metropolitana,
dos agencias bancarias y varios comercios de algún talante. Por supuesto, en el
libro también intervienen otros escenarios, como las calles de Comayagüela, el
barrio Casamata, el Parque Herrera y el Parque La Libertad, pero ello solamente
es en seguimiento de los Protagonistas en sus correrías de excomulgados
sociales.
En mayo de 1957 regresó a Honduras, donde comenzó a
trabajar para el periódico El Cronista y fundó la revista Vistazo en
Tegucigalpa.
En abril de 1959 abandona de nuevo el país junto
con su esposa acompañado de su esposa Regina Arminda Funes, originaria de
Córdoba, Argentina y: Aixa Ixchel y Carlos Raúl, radicándose
en Checoslovaquia. Tomó residencia en la ciudad de Praga, donde
trabajó para una revista llamada “Problems of Peace and Socialism’
El 29 de abril de 1916, siendo sus padres Isabel Amaya y
Guillermo R. Amador. Falleciendo trágicamente en
Checoslovaquia en 1966, dejando a su paso una estela de obras publicadas e
inéditas.
El autor de Prisión Verde regresaba de participar en el Congreso del
Partido Comunista de Bulgaria en Sofía. Tenía 50 años. Entre los días 14 y 20
de noviembre de 1966 se llevó a cabo el IX Congreso del Partido Comunista
Búlgaro. Amaya Amador viajó a Sofía (capital de Bulgaria) en representación del
Partido Comunista de Honduras. Además de la participación en el Congreso, el
programa del mismo incluía visitas a lugares históricos como el Mausoleo de
Georgi Dimitrov el día 14 y una visita a varias fábricas en la región de Rila
el 16 de noviembre.
El vuelo LZ101 se desvió de su ruta aterrizando en el aeropuerto de
Bratislava debido al mal tiempo en Praga. Tras una espera de 5 horas los
pasajeros embarcaron a las 4:10 p.m. y el avión de fabricación soviética
Ilyushin II 18B despegó a las 4:28 p.m.
Unos dos minutos después de partir se estrelló a 8 kilómetros (5,0
millas) del aeropuerto en las estribaciones de los Pequeños Cárpatos, cerca del
barrio de Raca en Bratislava, muriendo sus 74 pasajeros y 8 tripulantes,
en el peor desastre aéreo de Eslovaquia.
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